domingo, 15 de noviembre de 2009

ALGODON EN EMERGENCIA


EL HILO DE LA MADEJA.

(El Prestigio Bien Ganado De Nuestras Prendas De Vestir De Alta Calidad Está En Peligro Debido A La Caída De Los Cultivos De Algodón En Los Últimos Dos Años) La calidad del algodón peruano nos abrió las puertas del mercado estadounidense de prendas de vestir hace más de una década. Las principales marcas de ropa destinada a los sectores más pudientes depositaron su confianza en la industria peruana frente a las de otros países.



En las etiquetas de los polos que venden Tommy Hilfiger, Lacoste o Ralph Lauren figura la indicación de 100% algodón peruano. Sin embargo, ese prestigio comenzaría a tambalear en un futuro inmediato en la medida en que se ha acelerado la desaparición del principal insumo del sector: el algodón en sus variedades pima y tangüis.


Las campañas del 2008 y 2009 han sido un desastre sin precedentes. “De 105 mil hectáreas que se sembraban en el año 2005 se estima que se caerá a un poco menos de 30 mil hectáreas este año. Mientras tanto, el consumo total aparente de algodón del país en sus formas de fibras, hilados, tejidos y confecciones equivale a la producción de aproximadamente 200 mil hectáreas”, detalla el especialista Hugo Cárdenas,quien se encargara de evaluar la delicada situación de este cultivo.

PRODUCCION NACIONAL VERSUS IMPORTACIONES AÑOS 1998 A 2005 (EN MILES DE TONELADAS)



La producción de esta materia prima local decrece según Cárdenas porque hoy el algodón peruano solo abastece el 19% del consumo total y el 81% se alcanza con la importación de algodón (aquí el experto toma en cuenta tanto a la fibra como sus derivados: hilados, tejidos y prendas finales). Hasta hace solo cinco años la relación de demanda del algodón peruano y el importado era de 50 y 50.

OTROS ENEMIGOS
Ocurre que la única competencia directa durante todos estos años fue el algodón de EE.UU. que recibe millonarios subsidios, pero ahora eso abarcaría también al resto de la cadena. “Mientras el 100% de las fibras de algodón importadas proviene de Estados Unidos, más del 95% de las importaciones de algodón en sus formas de hilados, tejidos y confecciones proviene de Asia, principalmente de India y China, con subsidios”, explica Cárdenas.

PRODUCCIÓN MUNDIAL DE ALGODÓN – 2005.


EXPORTACIONES MUNDIALES 2005 – 2006
Pedro Gamio, presidente del Comité de Confecciones de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), señala que además la calidad del algodón está en declive, sobre todo del tangüis. Recuerda que hasta los noventa existía un autogravamen para los productores, que se destinaba a la investigación genética del cultivo. Esta tarea no fue suplida por el Estado.

AREAS SEMBRADAS Y PRODUCCION DE ALGODÓN EN PERÚ POR DÉCADAS

En esa línea, el presidente de la Asociación Nacional de Productores Algodoneros (Anpal), Federico León y León, comenta que el empobrecimiento de los productores origina que este año el 50% de las hectáreas sembradas sean “socas”, que es cuando el agricultor solo poda la planta y no la retira con el fin de no comprar semillas. Otro 30% utilizaría la pepa para sembrar el algodón. En ambos casos, los resultados en la calidad son sumamente negativos.


VARIAS RESPUESTAS

¿Cuáles son los problemas que enfrenta el cultivo? En este punto se disparan muchas respuestas que logran evidenciar la complejidad del tema. Si partimos de la celeridad en la caída de los cultivos de los dos últimos años, está en primer lugar la recesión económica que enfrenta EE.UU., principal país de destino de nuestras confecciones (en un 70%).

Los textileros y confeccionistas han incrementado las importaciones de hilado de la India más baratos por un tema de subsidios para hacer frente a la depresión de los precios en EE.UU., Pedro Gamio, presidente del Comité de Confecciones de la SNI.
Señala que “El mercado estadounidense es uno solo pese a que llegamos a un nicho de alta calidad. Los chinos, con sus precios más bajos, afectan a todas las categorías de prendas, más aun en una época de crisis”.

EXPORTACIONES MUNDIALES 2005 – 2006

Una segunda respuesta es que el algodón estadounidense comenzó a ingresar con cero arancel debido a la vigencia desde este año del tratado de libre comercio. Al respecto, León y León deja en evidencia que el Gobierno se comprometió a compensar económicamente al sector, pero luego eso quedó en el olvido.


Otro problema es que el Gobierno suspendió desde el año pasado el programa de formalización para el algodón tangüis, que permitía la entrega de un monto económico. Aunque, el director general de Competitividad Agraria, del Ministerio de Agricultura, Víctor Noriega, comenta que se estableció un financiamiento temporal de S/.8 el quintal de algodón, sin devoluciones (ello siempre que se cumplan algunos requisitos).
Más allá de esto, el Perú es el único país del mundo que no subsidia a su algodón, resalta el presidente del Instituto Peruano del Algodón (IPA), Javier Cillóniz. “Existe un concepto errado de no financiar al parcelero —como se le ve al productor— pero sí se da un subsidio al exportador con un 8% del “drawback””, señala.


Luego están otros problemas estructurales del sector. Cárdenas menciona la informalidad en la comercialización, la baja productividad, el empobrecimiento de los suelos, la descapitalización del agro, la falta de mejoramiento de semillas y un largo etcétera.

SOLUCIONES
para enfrentar el problema no resulta muy fácil. ¿Por dónde? ¿Valdrá el esfuerzo? Actualmente, la tecnología ha permitido a los industriales manejar las fibras de algodón cortas (de menor calidad) con resultados exitosos a la vista Noriega ensaya dos alternativas para solucionar este problema: el establecer una normativa que obligue a los industriales sincerar los porcentajes de algodones peruanos en la prenda final, y el trabajar la denominación de origen del algodón peruano.
En tanto, Cillóniz considera que el tema pasa por el establecimiento de un subsidio al sector, como ocurre en otros países. No sería millonario, pero sí que cubra el 12% de arancel que se quitó a las importaciones de algodón.Para los productores algodoneros, la respuesta está en el establecimiento de salvaguardias, medida que persiguieron sin éxito en el Indecopi.

Sin embargo, quizá lo más importante lo refiere Cárdenas, quien demanda al Gobierno una evaluación sincera de las políticas actuales que no solamente afectan estos cultivos, sino que no evitarían el incremento de otras importaciones que restan competitividad al algodón peruano.

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